Si ya has visitado varios países por el mundo y siempre pagas el mismo precio e incluso piensas que pagas más que los mismos ciudadanos porque eres turista. Pues en casi todos los países es así, no en todos, pero en la mayoría. Pero hay un arte, si me dispensa la palabra: arte, que es muy conocido entre los mismos ciudadanos y los viajeros para conseguir ese objeto que tanto desean a como dé lugar: el regateo.

Esta práctica es muy común, sobre todo en los países asiáticos. Si eres un asiduo visitante de esos países o alguna vez en tu vida quieres conocerlos, debes saber antes que allí es normal regatear, lo hacen los pobladores y lo hacen los turistas que ya conocen, no estás exigiendo nada, simplemente que te rebajen el precio un poco. La mayoría de los comerciantes asiáticos piensa que como eres turista, tienes bastante dinero, puede haber casos que sí, pero en su mayoría esto no sucede. Mayormente, estos comerciantes intentan venderte objetos que en su precio original cuesta menos. Pero para regatear debes ser un experto en este arte.

Siempre antes de regatear sé educado con el vendedor. Los vendedores asiáticos son muy apurados y te ofrecen el objeto al instante, prácticamente te lo ponen en la cara. Pero si lo tratas con calma, sabrás que no estás apurado. Pídele al vendedor que te reduzca el precio pues consideras que es muy elevado. Siempre con paciencia y buen humor, es la única manera de llegar a un acuerdo.

Siempre los comerciantes asiáticos están dispuestos a ofrecerte el precio más alto porque eres turista. Pero algunas veces, los vendedores quieren venderlo rápidamente, así que mientras vas regateando, el comerciante va accediendo hasta un precio determinado. Si llegas a un acuerdo, y quieres seguir rebajando, el comerciante no querrá rebajarte ningún precio y te retirarás con las manos vacías.

Muchos turistas, son muy agiles en la experiencia del regateo. Algunas veces, también sirve que saques el dinero disponible en mano para que el comerciante se sienta tentado y quiera darte ese objeto al precio que tú le propusiste.

A veces, los comerciantes no acceden a tu pedido, entonces camina como si te fueras, muchos comerciantes asiáticos te atajan para que le des el dinero que le habías ofrecido. Otros simplemente te dejan ir. Es esencial que tomes estos consejos a cuenta para cuando vayas a visitar los mercados de Bangkok, por ejemplo.

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