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Albert Einstein, físico y genio. Premio Nobel de Física. No hay genio más grande y carismático como Albert Einstein, según algunos expertos. Por eso que es en Suiza, más específicamente en la capital, Berna, esta la Casa Museo dedicado a este sabio.

Esta casa se fundó en 1977 y es donde Einstein vivió cuando tenía 24 años e hizo investigaciones sobre la Teoría de la Relatividad. Recibe al año miles de visitantes que quieren conocer la casa de uno de los personajes más ilustres del siglo XX que llevo a cabo un mensaje científico, social y de paz. Esta casa si bien se fundó en 1977 se abrió al público en 1979 y desde entonces no han parado de llegar personas de todo el mundo, incluso personalidades reconocidas, así como amigos que lo conocieron a Einstein y han querido regresar al pasado.

En esta casa museo hay varios escritos del afamado científico, así como muchas de sus pertenencias personales cuando residió en Suiza y trabajaba en la Oficina de Patentes. Un Einstein joven se preparaba para deslumbrar al mundo en un futuro no muy lejano, y Berna fue una de las ciudades-escala para ir preparando su trabajo científico y luego mostrárselo al mundo.

Esta casa que contiene dos pisos ha cautivado a todos los turistas que llegan para visitar esta casa. Durante las visitas que se realizan de lunes a viernes desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde, e incluso los sábados pero hasta las tres de la tarde, es prácticamente una reliquia científica. Todas las pertenencias de Einstein están muy bien cuidadas. En el primer piso de la casa, se puede ver un video sobre la vida de Einstein en Berna y todo lo que luchó hasta llegar al Nobel de Física.

En el segundo piso de la casa están todos sus efectos personales, así como un libro de visitas, de este humilde científico que siempre decía que él no era cuestión de admiración pero claro que lo era. Las 10, 000 visitas que recibe anualmente esta casa lo demuestran. La casa museo ha sido renovado en el aspecto de la mueblería que ya estaba deteriorado y que está allí desde el 2005 secundada por Asociación Albert Einstein en Berna y quienes fueron iniciadores de este proyecto que ha dado luz para ver las reliquias de el gran Einstein.

Los españoles siempre estarán orgullosos de tener poetas excelentes como Federico García Lorca, Antonio Machado o a pintores excelsos como Pablo Picasso y Salvador Dalí, entre otros. En general, están orgullosos de toda su cultura. Entre esos intelectuales de esa época está el poeta de la famosa palabra “purpurear” Juan Ramón Jiménez. Hoy, España, tiene el agrado de contar con la casa museo del poeta.

Juan Ramón Jiménez, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, denominada “Zenobia y Juan Ramón”, en honor a su esposa, ubicado en la provincia de Huelva. En la autopista se encuentra a casi una hora de  Sevilla y es reconocida por ser donde pasó su infancia y juventud el autor de “Platero y yo”.

Si bien alrededor de la casa están algunos monumentos históricos como el Monasterio de Santa Clara, el Hospital del Corpus Cristi, el Convento de San Francisco, la Iglesia de la Granada y el Ayuntamiento, que también puedes visitar, la Casa Museo del poeta es la más visitada por los turistas, pues recorrer la casa de un premio Nobel es todo un lujo.

Esta casa tuvo que pasar por varias rehabiltaciones antes de ser mostrada ante los turistas, sobre todo cuando el poeta recibió el premio Nobel, pues era la casa de alguien que estaba siendo reconocido mundialmente. Por tanto, la casa fue reparada para el momento y desde ese año hay miles de visitantes. Las puertas del museo se abrieron tras la muerte del poeta. Lo más icónico de este museo es el sentido de pertenencia que tiene, pues la esposa de Juan Ramón, Zenobia, y el mismo autor, donaron parte de su biblioteca a esta casa, además de algunos muebles. Hoy en día esta casa se mantiene intacta, gracias a la Fundación Juan Ramón Jiménez, quienes se encargan del mantenimiento de la casa-museo.

Entre lo más destacado de la casa museo se encuentran los muebles donde el poeta departía con otros autores de su generación. Pero sobre todo la hemeroteca, ya que hay más de 4 mil libros, aparte de 7.500 revistas, concedidas por el autor. Cuando llegues al patio, te sorprenderás del afamado alibaje esculpido en una sola pieza de mármol transparente, el cual el escritor destacó en un capítulo de “Platero y yo”.

En esta casa museo hallarás una colección de pinturas originales increíbles, las cuales fueron conferidas al autor por la amistad que mantenía con los pintores como Vásquez Díaz y Bonafé. También, encontrarás muchos objetos apreciadas del poeta y su esposa como los trajes y las alianzas de su boda.