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Las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno

Hace unos años salió la lista de las “7 nuevas Maravillas del Mundo Moderno”. Si bien se dejó de lado a grandiosas maravillas hechas por los hombres hace algunos siglos, las siete maravillas fueron elegidas democráticamente por cibernautas alrededor del globo terráqueo.

Gran Muralla China

Vamos a comenzar por Asia con su Gran Muralla China que tiene de construcción más de 7 mil kilómetros de largo. Al interior, los visitantes han nombrado que existe una calma de la cual todo el mundo se sume en una paz.

Machu Picchu es otra de las maravillas elegidas. Considerada como uno de los iconos del mundo incaico. Sirvió como fortaleza para que los incas se resguarden de los conquistadores españoles. Este año se cumplió 100 años de su descubrimiento hecho por el estadounidense Hiram Bingham. (Machu Picchu)

El Chichén Itzá fue parte de la cultura maya y es Patrimonio de la Humanidad desde 1970. Todo recorrido por esta arqueología es un nuevo descubrimiento pues la civilización maya despareció dejando algunos hermosos legados como este y otros misteriosos que aun se están hallando. (Chichén Itzá)

En Jordania, esta la ciudad de piedra rosa: Petra. Es una arqueología para quien lo visite, y aun un enigma para muchos investigadores pues allí se forjaron las primeras civilizaciones, así que hay cultura e historia en un solo lugar descomunal.

El Coliseo Romano no creo que sea un monumento a Italia, sino a la humanidad, que con esta belleza ha logrado destacar y ser elegida en estas 7 nuevas maravillas. El Coliseo Romano albergaba a más de 50.000 personas siendo el coliseo más grande del Imperio Romano.

El país de la zamba también tiene su maravilla: es el Cristo Redentor o Cristo de Corcovado.  Este Cristo está en una montaña de 700 metros, es considerado un Patrimonio Nacional de Brasil, no es de dudar, pues esta estatua te recibe con los brazos abiertos, y cuando llegas arriba del Cristo puedes complacerte de toda la vista de Río de Janeiro sea en la mañana, tarde o noche.

Los enamorados ahora pueden gozarse en una nueva maravilla es el Taj Mahal, ese palacio real, esa joya del palacio como sería su traducción al español es imponente por donde se le vea. Admirarlo de lejos y de cerca es prácticamente una mirada a la belleza del amor y de la arquitectura.

Algunas de estas nuevas maravillas del mundo fueron descubiertos no más de una centuria, pero lo que dejaron los antepasados fue una gloriosa belleza para la humanidad y para el mundo que aun lo disfruta.

El Coliseo Romano, símbolo del Imperio de Roma

El milenario coliseo Romano ubicado en el centro de la ciudad, inaugurado en el año 80 d.C., con una capacidad para más de 50.000 mil personas, protagonista de tantas películas épicas como la del gladiador con Russell crowe, recreación que ejemplifica de alguna manera el uso que se le daba a este coliseo, pelea de animales salvajes y pelea de luchadores, donde el pueblo se abarrotaba a sus instalaciones habidos de emoción.

Coliseo de Roma

El último espectáculo de esta naturaleza data del año 523, después de esto se le dio muchas otras utilidades como  refugio y hasta fábrica llegó a ser en algún momento.

Actualmente estos espectáculos populares ya no se permiten, pero si se siguen presentando  obras teatrales que magnifican lo que era en ese entonces el famoso coliseo romano, que representaba todo el poderío del imperio romano.

El capitolio es la zona de donde mejor se aprecia en  todo su esplendor  el coliseo y toda la grandeza que alguna vez el imperio romano alcanzó,  con más de 50 metros de alto y con un diámetro aproximado de 180 metros uno llega a ser parte por algunos instantes de toda su historia y pasado tan exorbitante.

El coliseo romano construido de madera en su mayoría y rodeado de arena,  en su interior estaba lleno de pasillos como un laberinto donde permanecías en sus jaulas los animales,  también aquí se encontraban las diferentes mazmorras en las que aguardaban ansiosos los gladiadores esperando su turno, la parte alta del coliseo  donde se ubicaba el público espectador estaba dividió por  separaciones por clases sociales y por supuesto el conocido podio que daba lugar al emperador romano como espectador principal del espectáculo  y a todos sus miembros más renombrados del imperio.

En la plaza central cerca al coliseo se ubicaba la que seguramente fue la obra más excéntrica del escultor Xenedoro,  el inconfundible coloso de Nerón,  monumento que llegó a medir unos 40 metros de altura, y cerca al coloso se encontraba otro monumento glorioso,  la imagen de quien fue la diosa que fundó roma, Venus.

Está de más decir que  una visita a roma no es una visita si no se pasa por el coliseo que dicho de paso es una de las nuevas maravillas del mundo que bien ganado lo tiene.