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La Mezquita Azul

La Mezquita Azul se encuentra ubicada en Estambul, la ciudad más grande y poblada de Turquía. Se le conoce también como la Mezquita del Sultán Ahmed I, debido a que él ordenó la construcción de este maravilloso monumento. El Sultán Ahmed I era un rey religioso que se convirtió en monarca a los catorce años. Él decidió que la Mezquita se construyera en donde se encontraba construido el Gran Palacio de Constantinopla. Él le confió este gran trabajo al arquitecto Sedefkar Mehmet Ada. El arquitecto comenzó su trabajo en 1609 y le tomó seis largos años completar la mezquita. Esta hermosa creación se completó en el año 1617.

Mezquita Azul en Estambul

Al visitar la Mezquita Azul, uno obviamente espera ver una edificación de color azul, sin embargo, el exterior de la mezquita es simplemente ploma. En realidad, el nombre Mezquita Azul se debe a que la estructura en el interior es de color azul. La Mezquita se encuentra rodeada por gran patio y en la entrada hay ocho portales. El patio interior está construido con mármol, al igual que las columnas, sólo que estás también están hechas con granito. En medio del patio hay una fuente, que es utilizada para la purificación ritual, y en los alrededores se pueden apreciar seis columnas. Estas columnas son torres elevadas y estrechas que fueron construidas para realizar convocaciones durante la oración. La Mezquita Azul es la única mezquita en Estambul que tiene 6 columnas; cada una es el soporte de tres balcones. Al caminar más adentra llegarás a la cúpula principal, que se encuentra rodeada por cuatro mini cúpulas en cada uno de sus cuatro lados.

Mientras realizas tu recorrido, te darás cuenta que la mayoría de las paredes están cubiertas con temas florales. En total se utilizaron casi 22 mil azulejos de arte fino y puro. También se puede apreciar diseños increíbles de bronce y de madera dentro de la mezquita, además en el lado izquierdo de la galería está la prisión del Sultán Ahmed I. Se puede visitar la Mezquita a cualquier hora del día, excepto cuando se realizan las oraciones, especialmente los viernes que las oraciones toman más tiempo, debido a que es un día santo, y por esto, la Mezquita se cierra por un par de horas. Igual se puede acceder por la puerta de los costados, en donde no se hacen oraciones. Lo bueno es que se paga absolutamente nada para entrar.