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A la caza de auroras boreales

Todos sabemos que las auroras son espectáculos naturales que se aparecen en el cielo en el momento menos inesperado, pero sobre todo cuando asoma el invierno o en pleno invierno. Pero antes de seguir hay que dejar en claro que al referirse a la palabras “cazar”, quiere decir ver o tomarle una fotografía a esta aurora boreal, pues es imposible cazar algo que pertenece exclusivamente a la naturaleza.

Aurora Boreal

Considerados como los mejores lugares para avistar estas auroras boreales son Groenlandia, Alaska y en menor nivel Canadá, ya que se encuentran en el Polo Norte y es donde más factible es que se pueda ver todo este espectáculo natural. Pero otros países europeos que no se quedan atrás en lo que se refiere a las auroras boreales son Suecia, Noruega y Finlandia, que son parte del norte europeo cerca del Polo Norte.  Aunque, claro es menor el avistamiento que en los tres primeros mencionados.

Mayormente, muchos visitantes prefieren ir a Groenlandia donde se avista las auroras boreales más claramente, sobre todo en septiembre, ya que el sol casi nunca sale en invierno y las auroras boreales se presentan a cada momento por esos lares.

Ahora bien, si quieres “cazar” o mejor dicho fotografiar estas hermosas auroras boreales, hay varios pasos a seguir para que saques una fotografía espléndida y te la quedes como recuerdo. Sería bueno, principalmente, que consultes el tiempo, ya que las auroras boreales se ven cuando el clima no está nublado. Recuerda que es un fenómeno natural y se puede dar a cualquier hora del día.

No todos somos fotógrafos profesionales, pero es recomendable que a partir de que asistas a ver sólo este espectáculo natural, utilices un trípode para tu cámara, por el hecho de que para apreciar más la belleza de la aurora boreal debe estar estacionaria la cámara, y nosotros no somos expertos teniendo las cámaras estacionarias.

Según las estadísticas, si hubo una aurora boreal tremendamente espectacular, a los 27 días puedes hallar otra casi igual, así que toma tus precauciones si eres un amante de la naturaleza y quiere apreciar este espectáculo.

Por lo demás, ya estás preparado para cazar una aurora boreal y disfrutarla por el resto de tu vida, si es que sigues las mínimas recomendaciones que te hemos ofrecido.

La Villa de Ansó

La Villa de Ansó pertenece a Huesca y está situada en la parte media del valle. En la villa es donde el terreno permite la aparición de pequeñas huertas para el uso familiar y campos destinados a pastizales. En tiempos pasados, era un lugar para cultivar trigo que servía para uso propio de los pobladores.

Villa de Ansó

Para los visitantes que llegan a la Villa de Ansó recuerden que está a 860 metros de altura así que es considerado como un pueblo montañés. Las fachadas que veas en las casitas de la villa son de las piedras extraídas del río y aunque les parezca asombroso encajan en el sitio que ocupa.

En la Villa de Ansó, las construcciones son típicas del lugar. Por ejemplo, las tejas son de barro cocido, y aunque desaparecieron hace muchos años actualmente para mantener su tradición la obtienen de edificios antiguos, por eso mismo, se hace muy difícil su conservación.

Por todo lo descrito anteriormente, es que los visitantes están cautivados con la villa. La estructura del pueblo en sí es muy prodigiosa. Las casas apenas permiten el paso de los vehículos porque tienen calles muy estrechas. Y algunas ni permiten el paso de los vehículos porque son callejones donde las casas son separadas por metro y medio. La calle Cocorro es un pasaje de estas características. Otro rastro típico de la conformación de las casas son sus chimeneas y los balcones que la acompañan. El Rincón de Galero es conocido por sus chimeneas distintivas. Por esta estructura y paisaje, el Gobierno de Aragón lo declara Bien de Interés Cultural en el 2006.

Algunos visitantes se quedaron tan complacidos de esta villa, que se quedaron para siempre, buscando otras condiciones de vida, alejados de la urbe y enriquecidos con la tranquilidad que brinda la villa. Incluso, algunos familiares de estos personajes llegan para visitarlos y se quedan atónitos por este pueblo tan callado con tintes de tradición.

La tradición que ha sido mantenida desde la fundación de este pueblo es la vestimenta ansotana que es utilizada en actividades y festividades donde los hombres y las mujeres se visten tal como esas épocas, además de recrear algunos pasajes de la historia para hacer disfrutar a los turistas que llegan al lugar.

En el valle, los deportistas amantes de la naturaleza han encontrado su lugar privilegiado. Aquí se puede disfrutar de hacer bicicleta de montaña, tanto como senderismo o descenso de barrancos.