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El Museo de Louvre

¿Qué sería París sin el Museo de Louvre? Tal vez no sería este París emblemático y cosmopolita del cual es mencionado alrededor del mundo. El museo de Louvre es uno de los museos más importantes en el mundo. Esto es gracias a su contenido, la calidad de las obras, la cantidad de obras que hay en él y sobre todo por la diversidad de las piezas que alberga.

Museo del Louvre

Hay ciertas obras que se han convertido en íconos de la humanidad. Tal es el caso de las antigüedades egipcias, de las que el Louvre posee una gran cantidad y que destacan desde las esculturas monumentales hasta los objetos más pequeños de uso cotidiano que permiten reconstruir un poco de la civilización egipcia, un atractivo que atrae a cientos de turistas.

El museo de Louvre posee diversas piezas que son admiradas mundialmente, las cuales han pertenecido a diferentes culturas como los egipcios, mesopotámicos, prehelénicos, griegos o romanos. Lo más destacable de este museo, y del porqué es considerado uno de los más importantes, más visitados y con más éxitos en el mundo, es que también posee una importantísima colección de pintura, desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

El hecho de que el Museo de Louvre se encuentre en París también tiene mucho que ver con su éxito porque mayormente los turistas que visitan esta hermosa capital francesa sienten la necesidad de completar su itinerario asistiendo al museo. Así, el Louvre ha recibido más de cincuenta millones de personas desde 1993, y otro de los motivos por los cuales los visitantes se sienten complacidos es que las visitas guiadas la realizan en seis idiomas. Además, el museo cuenta con un auditorio en el que se brindan conciertos, obras de teatros y conferencias. Se han celebrado más de dos mil conferencias desde su apertura al público en 1989.

Es incuestionable que el Louvre ha progresado de modo conveniente y que los procesos de renovación de sus salas, así como la perfecta documentación que presentan sus piezas, han ayudado de manera muy positiva a fomentar, no sólo el interés por parte de los especialistas, sino también por parte del público en general, tanto como para el turista externo como para el interno.

Una de las aportaciones más significativas del museo de Louvre la constituyen sus exposiciones temporales. Se trata de proyectos muy especializados que permiten no solo admirar las obras, sino también llevar a cabo determinados procesos de estudio e investigación.

La Torre Eiffel

Debe ser de las edificaciones que con solo nombrarlo uno sabe como mínimo que se encuentra en París, y seguramente la has visto en algún documental,  en alguna foto o video por internet, pero no hay mejor experiencia definitivamente que ver la torre en toda su magnitud en vivo y en directo.

Torre Eiffel

La historia de la torre Eiffel no es tan gloriosa como pareciera,  su construcción tuvo mucho rechazo por parte de los parisinos y algunas autoridades, que argumentaban que la torre no tenían ningún propósito real y que no serviría para nada, en 1887 pese al rechazo del pueblo se dió inicio a tan millonaria inversión con el motivo de conmemorar los 100 años de la revolución Francesa como parte de una exposición universal, terminándose  en su totalidad dos años más tarde en 1889.

En 1900 esta edificación de alguna manera caducaba y si no es por el ejército francés que aprovechando su altura deciden realizar algunas pruebas con equipos de radio, la torre no existiría hoy en día.

Al pasar los años en la parte más alta de la torre Eiffel se ubicaron una serie de antenas y no solo de radio sino de televisión, inclusive la torre está más elevada que el diseño inicial que se le dió en su construcción, en la actualidad este es el punto más alto de todo París y definitivamente es el atractivo más importante, cosa anecdótica por su pasado donde su permanencia era incierta.

Para llegar a la cúspide de la torre los visitantes tienen dos opciones o bien pueden subir por las innumerables escaleras que son más de 1500 escalones,  recomendado para los deportistas que quieren batir tal vez algún record,  y la otra opción subir por los ascensores de la torre que lo llevan a uno a bajarse en 3 pisos diferentes, siendo el tercero el más alto donde la vista es espectacular pero no muy recomendable para los visitantes que sufren de vértigo debido que una simple brisa hace sentir el movimiento de la torre, es una experiencia única, llena de emoción.

Está también el primer y segundo piso que por supuesto se divisa toda la ciudad de forma magnífica,  y le da opción a los visitantes de realizar un recorrido por sus llamativas tiendas para llevarse algún recuerdo de la ciudad o también deleitar algún exquisito plato parisino que brindan los restaurantes ubicados en este piso.