Las Cataratas del Niágara

Las Cataratas del Niágara son un conjunto de grandes cascadas que fluyen sobre  al río Niágara, que da el nombre. Están ubicadas en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Esto saltos de agua, en su punto más alto, miden alrededor de 60 metro. Aun no siendo demasiado altas,  son  impresionantes por su amplitud y su afluencia de agua,  proveniente de los grandes lagos de Norteamérica. Desde que fueron descubiertas su belleza se ha popularizado,  porque  realmente es uno de los parajes naturales más impresionantes del planeta.

Cataratas del Niágara

El conjunto está formados por tres cataratas: las Cataratas Canadienses situadas en el lado Canadiense, en la ciudad de Ontario, las Lupas Americanas y las Cataratas Velo de Novia,  las más pequeñas pero no por ello menos interesantes, situadas en el lado de Estados Unidos .Así que si quieres  recorrer todas las cascadas, muy recomendable, deberás hacerlo desde distintos países, no te olvides el pasaporte. Cada lado, nos darán una visión y una perspectiva distinta del lugar.  Popularmente, se dice que la parte más espectacular es  la que está situada en Canadá, aunque  lo cierto es que es difícil valorarlo, puesto que depende mucho de los gustos personales de  cada uno.

Hay diferentes maneras de ver y disfrutar de este entorno. Una de ellas y quizás la más emocionante, es a bordo de un barco, que funciona de abril a octubre,  en el que podrás navegar por las catarata de ambos países.  Es una experiencia muy especial porque verás de cerca como el agua va cayendo enfrente de ti,  mientras el barco bordea la inmensa cortina de agua, y  cada vez está más cerca de la cascada, tan cerca que su propia agua te salpica. En el barco os darán un impermeable para evitar que salgáis empapados. También disfrutarás oyendo el sonido de las cataratas cuando rompen, haciendo un estruendo sobrecogedor. La verdad es que poder vivirlos es muy emocionante.

Otra opción para conocerlas es desde el aire, puedes sobrevolar las cataratas en un helicóptero. También te puedes situar en algunos de los puntos  que hay debajo de la caída del agua,  siempre con mucho cuidado, como el que encontramos en la Cueva de los Vientos, en el lado norteamericano y que pertenece a la catarata de Velo de Novia. No te olvides tampoco de ir a  observar las cascadas en primera fila desde las cuevas o desde los miradores donde podrás disfrutar de unas vistas increíbles.

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