Machu Picchu o montaña vieja, nombre que los antiguos incas dieron a este pueblo ancestral lleno de misterios y vistosidad, construido totalmente de piedra alrededor del siglo XV y ubicado al sur del Perú.

Pachacutec primer emperador inca utilizó la construcción de Machu Picchu como su propia casa de descanso y a la vez también fue utilizado como santuario religioso.

Machu Picchu considerado como patrimonio de la humanidad en el año 2007 fue nombrado como nueva maravilla del mundo, adquiriendo el reconocimiento tan merecido por la afluencia de ya hace muchos años  de turistas e investigadores de muchas partes del planeta.

Augusto Berns empresario alemán, resulta ser el descubridor del pueblo inca en el año 1867 y lo da a conocer a nivel mundial, años después sale a la luz algo no muy grato para los Peruanos y lo más lamentable permitido por el gobierno Peruano de aquel entonces teniendo el mandato de José Balta, quien permite al Alemán montar un empresa minera que empezaría una extracción indiscriminada de tesoros escondidos en el santuario, y lo que resulta más penoso que todos los tesoros que fueron extraídos fueron vendidos en su mayoría a coleccionistas europeos y norteamericanos.

A partir de este hecho no grato, Machu Picchu empieza a figurar en los mapas y confirmando su existencia de restos arqueológicos, atrayendo como es lógico a muchos arqueólogos de la época, y dejando de lado el nombre con el que se le catalogaba en aquel entonces a Machu Picchu “La ciudad perdida” que realmente nunca lo estuvo.

Una investigación importante sobre Machu Picchu que vale la pena comentar es la de Hiram Bingham, profesor norteamericano de historia que estuvo muy interesado en investigar sobre la cultura Inca, llegando a Machu Picchu en Julio de 1911,  es así como un niño del lugar Pablo Recharte funge como guía, llevando al profesor a la parte urbana del pueblo la cual estaba totalmente cubierta de maleza, quedando sorprendido frente a la majestuosidad del santuario de piedra,  Bingham decide apelar a la universidad de Yale, al gobierno Peruano y a la National Geographic para empezar a fondo un estudio científico del santuario.

Aprobado el auspicio se da inicio a la investigación arqueológica con ayuda de trabajadores de la zona entre los años 1912 y 1915 excavando tumbas incas, Machu Picchu se da a conocer al mundo de una manera mucho más formal y seria por medio de la National Geographic en 1913.

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