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Casa Nacional de la Moneda

Bolivia es un país de América Latina que tiene infinidad de atractivos turísticos, esto es gracias al legado que les dejaron los Incas y los españoles durante el Virreinato, ya que se construyeron un sinfín de iglesias, templos, museos, entre otras cosas. Uno de estas estructuras precias por los bolivianos es la Casa Nacional de la Moneda en Potosí que fue construida desde 17750 hasta 1773, ya que su construcción demoró porque se necesitaban materiales finos, además que abarca cerca de 8 mil metros cuadrados. Es realmente increíble lo que pudo hacer el arquitecto Salvador de Vila, quien fue encargado de este proyecto importante, pues México y Perú, también tenían sus Casas de la moneda, construidas por el mismo arquitecto, pero se le demandó construir una en Bolivia.

Casa Nacional de la Moneda en Potosí, Bolivia

Esta casa es considerada como monumento histórico y es uno de los lugares más atractivos para visitar en Potosí. Además que sus ambientes son realmente grandes, tiene objetos que son guardadas como el oro, los tejidos y la sala de muebles del siglo XVII, realmente preciado y está muy bien cuidado. Muchas cosas te llamarán la atención en esto que ya es considerado un museo como las maquinarias de laminación de aquella época que fueron traídos desde España para su uso. La Casa Nacional de la Moneda hoy no es más que un museo muy apreciado, pues ya nadie trabaja ahí desde 1953, año en que fue cerrada definitivamente para ser un museo, y es considerado como reliquia nacional, en todo el espacio hay cerca de 200 salas.

Otra de las cosas atrayentes de este museo son las pinturas que son parte de una cultura de pintores como Gregorio Gamarra o Melchor Pérez de Holguín, pintores de alcurnia, muy respetados en este lugar. La entrada para los turistas extranjeros es de 20 Bolivianos, cerca de 3 euros. Sin embargo, si quieres tomar fotos, también tiene un costo, así como filmar. En total, si deseas los tres servicios te saldría cerca de 13 euros. Respecto a los guías, no te debes preocupar pues  el museo proporciona a estos en grupo de 30 personas. Lo mejor como siempre es llegar temprano, ya que hay filas largas para poder conocer el museo. Si estás hospedado cerca a la plaza principal de Potosí, puedes llegar caminando. No dejes pasar la oportunidad de conocer un museo tradicional donde se hacían las monedas durante el Virreinato hasta el siglo XX.

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Descubriendo la gastronomía boliviana

La cocina boliviana destaca por el consumo de productos típicamente regionales y unas profundas raíces étnicas que se han ido transformando por el mestizaje y la influencia de las cocinas europeas y árabes.  No hay ninguna duda de que la carne es la protagonista de cualquier menú boliviano igual que las patatas y el maíz.

Gastronomía boliviana

La carne de cerdo es la más apreciada, que no la más consumida,  este producto se suele reservar para las ocasiones especiales. Es muy recomendable probar otros tipos de carne propios del país como la de cabrito o la llama, hechas a la brasa y acompañadas con la deliciosa salsa “llajwua“, de sabor picante y elaborada a base de “locoto“, el ají picante más popular de la cocina tradicional boliviana.  Si eres de los que les gusta experimentar con las comidas exóticas, aquí tendrás la oportunidad de degustar la carne la de mono o de cocodrilo, hay que atreverse a probar nuevos sabores.

El pollo se suele preparar frito, o bien se usa para la elaboración  de las empanadas, que en Bolivia reciben el nombre de “salteñas“, y son uno de los platos más populares que hay que probar. Las empanadas o salteñas suelen  estar rellenas de carne de vaca o de pollo con patata y pimiento. Deliciosas.

Aunque  los pescados se  usen en menor medida dentro de las especialidades típicas, debes saber que las especies que se consumen en este país proceden del lago Titicaca, así que si tienes la ocasión,  también merece la pena saber que sgusto tienen los peces del  este lago. Principalmente destacan: el surubí, un pez de enormes dimensiones que puede alcanzar los dos metros de largo,  o el sábalo, que se suele hacer a la brasa.

Las verduras en escabeche, las patatas rellenas y las picantes, los tomates rellenos o la yuca, que en muchos platos se emplea como sustituto de las patatas, son algunas de las guarniciones más típicas de la cocina de este país andino.

Para los postres os recomendamos los pasteles de dulce, el queso de cabra o el dulce de cayote.

En lo referente a las bebidas la de la “chicha” es la estrella, su consumo, entre los autóctonos, no es comparable a ninguna otra. La “Chicha” es una bebida alcohólica que se elabora con maíz fermentado.  La cerveza boliviana también es muy apreciada. Si prefieres bebidas sin alcohol, prueba los zumos y batidos de frutas, o  atrévete con el “mocochinchi“, una bebida elaborada con melocotones deshidratados.