Blog de Viajes

El Lago Míchigan es el lago más grande de Estados Unidos y uno de los cinco grandes lagos de América del norte.  Su gran forma hace que lo circunden varios estados de este país. Estos son Wisconsin, Míchigan, Illinois (Chicago, perteneciente al estado de Illinois y una de las ciudades más grandes de Estados Unidos, posee 47 km del lago) e Indiana.

Los visitantes a este lago se han quedado sobrecogidos por la grandiosidad de este lago y por los paseos que uno se puede dar en todas las temporadas del año. Tiene espacios para acampar y para desarrollar las célebres actividades acuáticas. Si de estadías se trata, alrededor del Lago Míchigan hay más de un centenar de hoteles que comparten los cuatro estados para visionar el lago a toda hora del día.

Igualmente, los visitantes pueden desarrollar otras actividades en las dunas que se como pasear en bicicleta, o darse un paseo por las dunas para disfrutarlo durante el día o al atardecer.

El Lago Míchigan es verdaderamente portentoso y en su contorno tiene parques públicos, pequeñas plazitas, restaurantes de todo tipo y hoteles para que puedas descansar plácidamente y gozar de un momento encantador.
Es uno de los pocos lagos que tiene playas, así los visitantes pueden disfrutar de ella tanto en verano como invierno. En verano, las playas son recorridas por cientos de visitantes, realizándose varias actividades acuáticas como el kayak, la natación y la pesca. Incluso, el lago tiene olas para los amantes del surfismo, quienes se han quedado impresionados con las olas que despliega el lago.

Otro caso es en invierno porque el Lago al estar cercano al Polo Norte se convierte en su mayor parte en hielo, sobre todo en el norte, así que los visitantes que van al Lago Míchigan descansan en los hoteles, y es más que nada una visión tranquila del lago.

Los cruceros para ir a las islas están a la orden del día. Estos cruceros exclusivos del lago, te llevan hasta las pequeñas islas que están en medio del lago para que te deleites y te tomes varias fotografías.

Tal vez pienses que el Lago Míchigan no tiene su atractivo turístico porque más que nada son sus playas y el deporte acuático lo que atrae a los visitantes. Sin embargo, muchas postales de los cuatros estados que la cercan son de los faros del Lago Míchigan. Los faros son la sensación, tanto los visitantes como los fotógrafos profesionales se quedan cautivados con su presencia. Algunos están abiertos al público, otros sólo se pueden admirar a una cierta distancia.

Lo primero que hay saber al aterrizar en  la “Windy City” es observar con  mucha atención los edificios de la ciudad,  ya que la arquitectura es uno de sus principales reclamos. Chicago es una ciudad que presume de su arquitectura, y lo hace con motivo. Después de un devastador incendio en 1871, hubo que reconstruir la ciudad, y  esta misión fue encomendada a algunos de los arquitectos más famosos del mundo como Frank Lloyd Wright, Daniel Burnham, Louis Sullivan, John Root o Mies van der Rohe.  Así que Chicago se ha convertido en una galería arquitectónica abierta que hace la boca agua a los amantes de la arquitectura moderna.

Una buena manera de conocer los edificios más emblemáticos y su historia es a través de la Chicago Architecture Foundation,  una organización no lucrativa que tiene como objetivo preservar y fomentar la arquitectura en la ciudad,  y ofrecen paseos guiados por voluntarios, algunos de ellos arquitectos.

Pero Chicago es mucho más, es una ciudad vibrante y alegre, con una gran sensibilidad cultural y musical. Chicago, es una ciudad con alma. Para descubrir algunos lugares interesantes de esta urbe hay que caminar por el Loop  e ir de tiendas por Oak Sreet. El Loop es la zona centro antiguo de la ciudad y está lleno de comercio, restaurantes y curiosidades, pero sobre todo buena arquitectura. Oak Street,  es el lugar perfecto para las compras, hay comercios exclusivo y boutiques, y también un buen número restaurantes y bares, donde repostar y cargar las pilas.

En lo referente a museos, aunque hay para todos los gustos, pero el Art Institute of Chicago es de visita obligatoria. Este museo alberga una de las más colecciones más completas de arte impresionista y post-impresionistas.

Para ver una buena panorámica de la ciudad hay que subir al piso 103 del la Sears Tower, o con su actual cambio nombre, Willis Tower. Es precioso tanto de día como de noche. Ésta es el mayor rascacielos de Chicago y el tercero más alto del mundo. No apto para personas con vértigo.

Un paseo por el Navy Pier es interesante para rememorar  algunas de las localizaciones  que has  visto tantas veces en el cine o en series de TV. Este muelle está lleno de restaurantes, tiendas de regalos y curiosidades. Tiene mucha vida, especialmente los fines de semana. También  hay que cruzar el río por alguno de los puentes y perderse por el Millenium Park, donde se pueden hacer múltiples actividades como: alquilar una bicicleta, pasear por los jardines, hacer un picnic al aire libre, patinar sobre hielo, escuchar los conciertos de los festivales de verano… tú decides la opción que más te plazca.

Hay que probar la Chicago-style pizza, también conocida como deep-dish pizza, La base de la Chicago-style pizza es una masa muy gruesa y crujiente. Los dos ingredientes básicos son queso mozarella y salsa de tomate en abundancia.

Un clásico Escuchar blues. Sería casi un crimen que los aficionados a la música se fueran de Chicago sin haber escuchado, por lo menos, una actuación en directo de blues. El local más famoso es el Buddy Guy’s Legend.