Blog de Viajes

Los italianos se caracterizan por ser gente de carácter fuerte y bastante directo en sus apreciaciones y puntos de vista, algo que los hace similares con los franceses por mencionar un caso. También se les conoce por ser gente bastante religiosa y de pasar mucho tiempo en familia, algo muy rescatable y de tomar de ejemplo.

El saludo característico es con un buen apretón de manos y el beso que es casi sin rozar los labios sobre la mejilla de la otra persona, también suele ser mencionando el nombre de pila.

Todavía en algunos pueblos de Italia sobre todo las personas de mayor edad, se prohíbe salir a las mujeres con hombres desconocidos, debido a la fama de los italianos varones de ser muy galantes y piropiadores.

Por el lado gastronómico, las pastas debe ser por lo que más se reconoce a un Italiano, preparados con diferentes salsas son de los platos mundialmente destacados y degustados por su exquisitez.

Comer en un  restaurante de pastas italiano debe ser una de las mejores experiencias para los visitantes, las famosas pizzas y los acostumbrados shows repentinos que sorprenden a los comensales.

Como se comenta al principio la familia italiana es muy unida, la figura materna es muy respetada, muy a pesar que los padres y jefes de familia tienen la fama de ser bastante machistas, las familias suelen apoyarse mucho unas a otras. Los días domingos es usual que se encuentren tías, tíos, primos y hacer una gran comida italiana.

Si un visitante tiene la suerte de compartir momentos con una familia Italiana es recomendable siempre llevar un pequeño presente.

Otro punto importante y sobre todo a tener en cuenta es el respeto que se le debe tener a las edificaciones religiosas, si se acude a una de ellas lo recomendable es no ir con ropa casual y mantener el tono de voz baja.

El milenario coliseo Romano ubicado en el centro de la ciudad, inaugurado en el año 80 d.C., con una capacidad para más de 50.000 mil personas, protagonista de tantas películas épicas como la del gladiador con Russell crowe, recreación que ejemplifica de alguna manera el uso que se le daba a este coliseo, pelea de animales salvajes y pelea de luchadores, donde el pueblo se abarrotaba a sus instalaciones habidos de emoción.

El último espectáculo de esta naturaleza data del año 523, después de esto se le dio muchas otras utilidades como  refugio y hasta fábrica llegó a ser en algún momento.

Actualmente estos espectáculos populares ya no se permiten, pero si se siguen presentando  obras teatrales que magnifican lo que era en ese entonces el famoso coliseo romano, que representaba todo el poderío del imperio romano.

El capitolio es la zona de donde mejor se aprecia en  todo su esplendor  el coliseo y toda la grandeza que alguna vez el imperio romano alcanzó,  con más de 50 metros de alto y con un diámetro aproximado de 180 metros uno llega a ser parte por algunos instantes de toda su historia y pasado tan exorbitante.

El coliseo romano construido de madera en su mayoría y rodeado de arena,  en su interior estaba lleno de pasillos como un laberinto donde permanecías en sus jaulas los animales,  también aquí se encontraban las diferentes mazmorras en las que aguardaban ansiosos los gladiadores esperando su turno, la parte alta del coliseo  donde se ubicaba el público espectador estaba dividió por  separaciones por clases sociales y por supuesto el conocido podio que daba lugar al emperador romano como espectador principal del espectáculo  y a todos sus miembros más renombrados del imperio.

En la plaza central cerca al coliseo se ubicaba la que seguramente fue la obra más excéntrica del escultor Xenedoro,  el inconfundible coloso de Nerón,  monumento que llegó a medir unos 40 metros de altura, y cerca al coloso se encontraba otro monumento glorioso,  la imagen de quien fue la diosa que fundó roma, Venus.

Está de más decir que  una visita a roma no es una visita si no se pasa por el coliseo que dicho de paso es una de las nuevas maravillas del mundo que bien ganado lo tiene.

En el centro de Roma se encuentra la villa más reconocida de la ciudad, Borghese, en el cual se encuentra el museo que lleva el mismo nombre, siendo éste de los más visitados del país, así como también se encuentran en la villa algunas otras edificaciones importantes y atractivas para los turistas como son: el zoológico, el jardín principal, de los más hermosos que existen y el segundo más grande de Roma,  la villa Medici conocido por albergar la colección del escultor Pietro Canonica, la villa Giulia, fue el lugar de reposo del Papa Julio III, la casa del cine entre otros atractivos.

El museo Borghese al ser tan concurrido hay que realizar reservas con cierta anticipación, vía teléfono o actualmente también por internet, de otro modo, uno se puede quedar con las ganas de acudir al museo, las entradas son relativamente caras pero vale la pena, la visita dura aproximadamente dos horas el recorrido completo, en la planta baja se encuentran las pinturas, antigüedades y las esculturas creadas por Borghese, obras con influencia en su mayoría bíblicas, siendo la más importante la de Apolo y Daphne.

También se muestran obras de algunos otros artistas de renombre como Bronzino, Tiziano, Sanzio Barocci y Rubens.
En la Parte superior del museo se encuentra una pinacoteca donde se exponen obras famosas como La maga Circe,  La piedad, La cacería de Diana, Venus y amor entre otros.

Para los turistas interesados en el arte  y exposición de abras universalmente reconocidas, algunas sugerencias importantes son: reserva con anticipación y acudir al museo con algo de tiempo, otra cosa importante a tener en cuenta, no se permiten cámaras fotográficas, todas se quedan en la entrada y son devueltas al término del recorrido.

El horario en la que el museo Borghese abre sus puertas al público son todos los días de martes a domingo de la 9 de la mañana hasta las 7 de la noche.

El aforo del museo es para unas 350 a 360 personas y las visitas duran aproximadamente 2 horas para todo el recorrido.

Por lo general los niños tienen algunos descuentos en las entradas, los adultos pagan cerca de 13 euros.

Verona es conocida en todo el mundo gracias a la trágica historia de amor más famosa de la literatura inglesa. Esta localidad fue el escenario elegido por William Shakespeare para situar su obra, Romeo y Julieta. Y realmente acertó, porque Verona es una ciudad fascinante que invita al amor.  Situada en el norte de Italia, en la región del Veneto, y rodeada por el río Adige esta elegante ciudad cuenta con un rico patrimonio histórico y unos bonitos paisajes.

Verona es una ciudad para caminar.  Su centro está protegido por las murallas, y precisamente,  a través de sus estrechos callejones empedrados iréis descubriendo interesantes plazas y emblemáticos edificios históricos, básicamente de le época medieval y del renacimiento.  Hay que decir que todas las construcciones están perfectamente conservadas, lo que le ha valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No te abrumes ante tanta monumentalidad, te daremos algunas indicaciones orientativas.

Además de la casa y el famoso balcón de Julieta, que se han convertido en  una de las atracciones turísticas que nadie quiere perderse, también debéis acercaros al Castello Castelvecchio del siglo XIV que acoge el Museo Cívico, donde conviven exposiciones de arte clásicas y contemporáneas. También te recomiendo el anfiteatro romano. Además de visitarlo, debes saber que actualmente, se programan conciertos y exposiciones. Infórmate antes de ir de la programación, porque vale mucho la pena poder disfrutar de un espectáculo musical en ese entorno.

Las plazas son muy populares en el entramado veronés.  La Piazza delle Erbe era el antiguo foro de la ciudad romana. Está rodeada de palacios y en su interior alberga: la  columna del Mercado, el Capitello o Tribuna, la fuente de la Madonna Verona y la columna de San Marcos. Otra plaza  interesante es la Plaza dei Signori, está rodeada por la loggia del Consiglio, edificio del Renacimiento veneciano,  el Palacio Comunale, también llamado Palazzo della Regione, del siglo XII, el Palazzo del Tribunal, y al fondo se puede ver el Palazzo del Governo.

Otro de los puntos de interés de esta ciudad es la Catedral de Verona, que  se erguió  sobre dos iglesias paleocristianas emplazadas en el mismo lugar y que fueron destruidas por un terremoto en el año 1117. Destaca la portada principal de estilo románico lombardo. Otras iglesias interesantes de Verona son Santa Anastasia, muy cerca del Duomo, con doble portada gótica y el fresco de San Jorge en la capilla Pellegrini.  Lo  mejor de Verona es que toda ella es una obra de arte al aire libre, en la que es un verdadero placer pasear.