Blog de Viajes

Japón debe ser de los países con costumbres más marcadas que cualquier otro lugar, aquí os dejamos algunos buenos consejos y sobre todo información importante para todos los viajeros entusiastas que quieren visitar este país y no pasar ningún apuro.

Empecemos por el saludo, los japoneses valoran y toman mucha importancia al saludo, que denota de manera clara la posición que ocupan las personas dentro de la sociedad.

Como algunos sabéis, el saludo clásico en Japón es inclinando el cuerpo, lo recomendable para un viajero es no ser exagerado al hacerlo y que vaya a parecer una burla, así que la sugerencia es inclinar el cuerpo con los brazos pegados al cuerpo no más de un ángulo de 45 grados, a menos que sea una reverencia religiosa es aceptable una inclinación de 90 grados.

Otra cosa a tener en cuenta es si se compra algo de comer al paso en algún kiosco lo mejor es comerlo en el mismo lugar o sentarse en algún banco de algún parque, porque el comer caminando es muy mal viso en Japón y considerado de mala educación.

Si se come en la casa de alguien que nos haya invitado, ojo sobre todo con las mujeres que suelen ser serviciales y al término de la comida suelen llevar los platos, etc. Esto resulta muy ofensivo para el anfitrión de la casa, dejemos que ellos nos sirvan y despreocupémonos de ser serviciales.

En cuanto a comer en un restaurante la costumbre si parece ser similar que en otros países, como por ejemplo el pagar en caja y no directamente a el mozo que nos atendió, otro es si se come con otras personas es necesario esperar que nos sirvan los alimentos y no servirlo nosotros.

La acostumbrada propina, en Japón resulta muy ofensivo darle alguna al mozo, así que mucho cuidado con esto para no pasar una vergüenza, lo más recomendable es al terminar de comer dejar el restaurante enseguida y no quedarse conversando o haciendo alguna otra cosa.

De las costumbres más conocidas es la hora del té que es todo un ritual muy interesante de experimentar, para empezar la postura, uno debe estar en cuclillas con las rodillas puestas sobre el suelo, sobre el famoso tatami que es un articulo acolchado para que no duelan las rodillas, luego al empezar a beber el té se van pasando uno seguido del otro y la forma de beberlo es inclinado el jarrón suavemente unos 180 grados, beber y regresarlo de la misma manera y pasarlo al siguiente que esté a nuestro costado.

Debe ser de las edificaciones que con solo nombrarlo uno sabe como mínimo que se encuentra en París, y seguramente la has visto en algún documental,  en alguna foto o video por internet, pero no hay mejor experiencia definitivamente que ver la torre en toda su magnitud en vivo y en directo.

La historia de la torre Eiffel no es tan gloriosa como pareciera,  su construcción tuvo mucho rechazo por parte de los parisinos y algunas autoridades, que argumentaban que la torre no tenían ningún propósito real y que no serviría para nada, en 1887 pese al rechazo del pueblo se dió inicio a tan millonaria inversión con el motivo de conmemorar los 100 años de la revolución Francesa como parte de una exposición universal, terminándose  en su totalidad dos años más tarde en 1889.

En 1900 esta edificación de alguna manera caducaba y si no es por el ejército francés que aprovechando su altura deciden realizar algunas pruebas con equipos de radio, la torre no existiría hoy en día.

Al pasar los años en la parte más alta de la torre Eiffel se ubicaron una serie de antenas y no solo de radio sino de televisión, inclusive la torre está más elevada que el diseño inicial que se le dió en su construcción, en la actualidad este es el punto más alto de todo París y definitivamente es el atractivo más importante, cosa anecdótica por su pasado donde su permanencia era incierta.

Para llegar a la cúspide de la torre los visitantes tienen dos opciones o bien pueden subir por las innumerables escaleras que son más de 1500 escalones,  recomendado para los deportistas que quieren batir tal vez algún record,  y la otra opción subir por los ascensores de la torre que lo llevan a uno a bajarse en 3 pisos diferentes, siendo el tercero el más alto donde la vista es espectacular pero no muy recomendable para los visitantes que sufren de vértigo debido que una simple brisa hace sentir el movimiento de la torre, es una experiencia única, llena de emoción.

Está también el primer y segundo piso que por supuesto se divisa toda la ciudad de forma magnífica,  y le da opción a los visitantes de realizar un recorrido por sus llamativas tiendas para llevarse algún recuerdo de la ciudad o también deleitar algún exquisito plato parisino que brindan los restaurantes ubicados en este piso.

En el centro de Roma se encuentra la villa más reconocida de la ciudad, Borghese, en el cual se encuentra el museo que lleva el mismo nombre, siendo éste de los más visitados del país, así como también se encuentran en la villa algunas otras edificaciones importantes y atractivas para los turistas como son: el zoológico, el jardín principal, de los más hermosos que existen y el segundo más grande de Roma,  la villa Medici conocido por albergar la colección del escultor Pietro Canonica, la villa Giulia, fue el lugar de reposo del Papa Julio III, la casa del cine entre otros atractivos.

El museo Borghese al ser tan concurrido hay que realizar reservas con cierta anticipación, vía teléfono o actualmente también por internet, de otro modo, uno se puede quedar con las ganas de acudir al museo, las entradas son relativamente caras pero vale la pena, la visita dura aproximadamente dos horas el recorrido completo, en la planta baja se encuentran las pinturas, antigüedades y las esculturas creadas por Borghese, obras con influencia en su mayoría bíblicas, siendo la más importante la de Apolo y Daphne.

También se muestran obras de algunos otros artistas de renombre como Bronzino, Tiziano, Sanzio Barocci y Rubens.
En la Parte superior del museo se encuentra una pinacoteca donde se exponen obras famosas como La maga Circe,  La piedad, La cacería de Diana, Venus y amor entre otros.

Para los turistas interesados en el arte  y exposición de abras universalmente reconocidas, algunas sugerencias importantes son: reserva con anticipación y acudir al museo con algo de tiempo, otra cosa importante a tener en cuenta, no se permiten cámaras fotográficas, todas se quedan en la entrada y son devueltas al término del recorrido.

El horario en la que el museo Borghese abre sus puertas al público son todos los días de martes a domingo de la 9 de la mañana hasta las 7 de la noche.

El aforo del museo es para unas 350 a 360 personas y las visitas duran aproximadamente 2 horas para todo el recorrido.

Por lo general los niños tienen algunos descuentos en las entradas, los adultos pagan cerca de 13 euros.

Casablanca o como también se le conoce Dar El Beida, ubicada al oeste de Marruecos, que en sus inicios se le llamaba Anfa, nombre otorgado por los Zenetas, es una de las ciudades más grandes y visitadas de todo el  país, debido a que todos los vuelos que llegan a su enorme aeropuerto, pasan por esta ciudad.

Punto de escala para muchos viajeros, hace forzosamente de Casablanca de las ciudades turísticas que vale la pena visitar, ofreciendo un sin número de atracciones.

Tal vez por lo que más se le identifica a la ciudad, es por la muy renombrada película que lleva el mismo nombre, Casablanca, que justamente se filmó aquí con renombrados actores de la época.

Su nombre tan peculiar tiene origen por unos portugueses que surcando los mares, divisaron a lo lejos una colina llamada Anfa,  una hermosa casa blanca bautizándolo como tal.

La famosa Mezquita Hassan fue diseñada por el francés Michel Pinseau. La construcción de tremendo monumento no tiene muchos años en su haber, fueron largos 13 años que duraron finalizando en el año 1993, está valorizado en alrededor 800 millones de dólares, suma que fue asumida en su totalidad por el gobierno Marroquí.

Otro lugar turístico de Casablanca, es el parque mas grande de la ciudad llamado Parc de la Ligue Árabe, parque que a pesar de su larga extensión no es muy concurrida por los turistas, aunque en la actualidad se encuentra con algunas restauraciones justamente para mantener viva la arquitectura propia del lugar y resulte más atractivo para los visitantes.

La Catedral de Casablanca es de los lugares también recomendables de visitar, construida en el año 1930 a manos del francés Paul Tournon, aunque en la actualidad funciona como un centro cultural ya desde el año 1956.

La Plaza Mohammed V vale también la pena visitarla sobre todo por las noches, donde se la puede apreciar en todo su esplendor, es muy notoria la influencia francesa en su arquitectura con la combinación de la arquitectura Marroquí.

Para los coleccionistas el mejor lugar donde se encuentran productos de marca y realmente originales y pueden hacer todas sus compras con toda confianza, es en el barrio Maarif, de los lugares más lujosos que existen en la ciudad.

Las playas no podían faltar en un viaje a Casablanca, sobre todo de la parte de la Corniche, zona con las mansiones más lujosas del lugar,  por la noche a plena luz de la luna como para cerrar el día , está e faro El Hank.