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Las Cataratas del Iguazú

Las Cataratas del Iguazú se encuentran en el límite entre Brasil y Argentina, en el Parque Nacional Iguazú. Es cuatro veces más grande que las Cataratas Niágara. Las Cataratas se dividen en dos caídas de agua gracias a La Isla San Martin. La parte con mayor cantidad de agua se llama La Garganta del Diablo. Esta parte de la Catarata es la que divide a Brasil y Argentina. Lo bueno es que si quieres visitar estas cataratas, puedes acceder desde los dos países, desde Foz do Iguaçu, Brasil o desde Ciudad del Este, Paraguay. En el otro lado de la Isla San Martin existe una variedad de cascadas y caídas de agua, como Salto San Martín, Salto Eva, Salto Adán, Salto Bossetti, Salto Dos Hermanas, Salto Chico, entre otros.

Las Cataratas de Iguazu

Dos tercios de las Cataratas se encuentran en Argentina, donde puedes visitar el Parque Nacional Iguazú, que presenta una flora y fauna exquisita. En Argentina, hay caminos alrededor de las cataratas para que puedas acercarte y verlas de cerca, aunque probablemente tu ropa termine mojada. En Brasil también hay caminos aunque estos se enfocan más en los panoramas del lado argentino y de la Garganta del Diablo. Es recomendable que esta visita la hagas en dos días para que puedas ver la vista de ambos países.

El lado de Brasil en más panorámico y te muestra una vista espectacular. También hay paseos por botes o helicópteros, que te presentan una mejor vista de la zona. Es preferible si llegas temprano porque las mejores fotos se toman con la luz de la mañana. En la posición donde se encuentran las Cataratas, se puede apreciar la perfección de la naturaleza. Si deseas visitar las otras pequeñas cataratas, la Isla San Martín te puede llevar a ellos. Allí, también, podrás apreciar una diversidad de aves, como varias especies de loros, tucanes, así como mariposas de bellos colores y también jaguares, pumas y ocelotes. Esta aventura salvaje es sólo recomendable para los amantes de la adrenalina.

Las mejores temporadas para visitar las Cataratas son primavera y otoño. En verano el calor tropical aumenta y presenta mucha humedad. En invierno el nivel del agua baja considerablemente, lo cual no te daría una experiencia máxima de las cataratas. Pero sea la temporada que sea, no puedes dejar de visitar las Cataratas del Iguazú y admirar la naturaleza en su belleza extrema.

Turismo en Río de Janeiro

Río de Janeiro, la ciudad de la samba de Brasil, así como tantas otras, pero nada como su encanto que nos brinda desde su hermosos estadios de fútbol, sus playas, sus monumentos y sus iglesias.

Entre sus principales maravillas encontramos al Cristo Redentor, desde su altura se puede apreciar todo Río de Janeiro. Incluso, algunas postales que llevan los visitantes son tomadas por los fotógrafos profesionales desde allí. El Cristo Redentor está en el Cerro del Corcovado y mide 709 metros, ya te imaginarás la vista que se suscita desde ese panorama.

Cristo de Corcovado

Para llegar al Cristo de Corcovado debes pasar por el parque Tijuca, en este parque hay cascadas que te pueden dejar conmovido, ya que aquí fue donde se decidió preservar esta selva donde está prohibida la tala de árboles. Es una “Reserva de la Biosfera” según la UNESCO.

Hay muchas personas que prefieren caminar para llegar al Cristo de Corcovado. A través de esta vía, gozarás de los caminos que hay antes de llevarte la impresión de ver todo Río de Janeiro.

Te guste el fútbol o no, no puedes dejar de visitar el Museo del Estadio Maracaná. Aquí es donde los uruguayos le ganaron a Brasil en el Mundial de 1950, bautizado por periodistas deportivos de la época como el “Maracanazo”. En este estadio recién se inauguró el Museo en el 2002. Como un buen estadio de fútbol que ha departido glorias y desastres en el fútbol brasileño conserva las reliquias del fútbol como camisetas, shorts y hasta calzados de los astros brasileños.

Las playas de Río de Janeiro son conocidas mundialmente, y habitualmente aparte del Cristo Redentor es la máxima atracción para los visitantes que se postran en el azul de sus mares. Las más conocidas son Copacabana, Leblon e Ipanema. Quién no ha escuchado de Copacabana, ya que es sonado. Ipanema con ese sonidito de la canción “Mujer de Ipanema”, playa lujosa de alto nivel rodeado de restaurantes ostentosos. Leblon es más que nada para pasear tranquilamente, es una playa menos recorrida que Copacabana. Hay otras playas como Botafogo, si gustas de la música, entonces ese es tu lugar porque allí se hacen conciertos.

Para finalizar el recorrido tan agradable por Río de Janeiro es inevitable, visitar la Catedral de esta ciudad. Sus vidrios impresionantes con imágenes de la resurrección de Cristo, son un tema muy atrayente. Así es Río de Janeiro, una ciudad multicultural, donde hay playa, religión y relajo.

Las delicias de Brasil

Aunque el arroz, la mandioca y los frijoles son los ingredientes fundamentales de la cocina brasileña,  su tradición culinaria va mucho más allá. Es una cocina rica, con una destacada combinación de ingredientes y sabores,  a raíz de  las influencias culinarias recibidas de los portugueses, alemanes, italianos, hispanoamericanos, y africano, con la gastronomía autóctona de los indígenas nativos.

Gastronomía Brasil

Una de las características de esta cocina es su marcada regionalidad debido a las grandes dimensiones del país. Cada zona tiene su peculiar gastronomía, marcada por el clima y las peculiaridades geográficas del lugar. La cocina del centro de Brasil se basa en productos tales como: el  cerdo,  el pescado,  los porotos de soja,  la mandioca  y  el arroz. En la zona norte de Brasil predomina la cocina del Amazonas, de origen indígena,  y  una de las más originales e interesantes del país. En el nordeste abundan las frutas tropicales y los productos de mar. Los sureños tienen como elemento esencial de su dieta la carne, por la influencia de los gauchos. Los ingredientes principales del sudeste son las carnes, los granos y  los vegetales.  Aunque sí tenemos que señalar un plato como el más popular de Brasil es, sin duda,  la feijoada,  un guiso de frijoles negros combinados con carnes ahumadas o saladas que se suele servir acompañado con arroz blanco, verduras y rodajas de naranja.

Si hacemos un  itinerario iniciático por los platos más populares de la cocina Brasileña hay que  señalar la  Tacacá no tucupi. Es una sopa que consiste en mezclar goma con el polvillo de la mandioca, a la que se le añade una salsa llamada tucupi, gambas secas y jambu , una verdura muy parecida a los berros, que tiene la curiosa propiedad de dejar la lengua como anestesiada. Es uno de los platos más destacados de la zona norte de Brasil, y vale la pena probarlo.

Siguiendo nuestro recorrido no podemos olvidarnos del  arroz con sua, ni del pato no tucupi , elaborado con una salsa con mandioca silvestre y  sazonado con jambu;  ni del Xinxim de galinha un plato de influencia africana que consiste en pollo rehogado en el que se añaden cacahuetes, gambas, anacardos y leche de coco. También hay que degustar  Vatapá, una salsa espesa elaborada a base de pasta de yuca, tomate, coco y aceite de palma, y probar  algún pescado y alguna plato de carne, ambos son una parte esencial de la cultura culinaria de este país.

En cuanto al postre la fruta es la estrella. Además de mango, plátanos, guayabas, chirimoya, papayas y  maracuyás se pueden probar frutas más exóticas  como acajúes, carambolas y pitangas.  La caipiriña y el café son las bebidas nacionales, y la guinda perfecta para cerrar una buena comida brasileña.