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Hay piezas artísticas en todos los lugares del mundo. Hay lugares arquitectónicos que son un éxito mundial. Entre esos éxitos están las famosas Torres Petronas en Kuala Lumpur. Esta gran construcción hecha en 1998 ha sido considerada como una de las joyas arquitectónicas en el mundo. Además, estas torres son una de las más altas del mundo. Las Torres Petronas son un símbolo de Kuala Lumpur. Los ciudadanos se sienten orgullosos de estas torres.

Los visitantes a Kuala Lumpur, que son variados en su totalidad, siempre van en busca de las Torres Petronas, buscando fotografiarse. Además, todos quieren subir hasta los pisos 41 y 42 donde se unen estas dos torres. Sin embargo, hay cosas que debes tomar en cuenta antes de subir.

Un consejo para visitar con tranquilidad las Torres Petronas es que debes ir muy temprano par conseguir tu entrada. Visitar las Torres Petronas es totalmente gratuito por lo que la gente suele hacer cola ya a primeras horas de la mañana. Por eso es importante que llegues muy temprano, te sorprenderás con el hecho de que muchas personas ya están paradas allí  hasta la hora que abran las torres. Una hora adecuada para llegar sería entre 5 y 6 de la mañana. Las colas son bastante largas para entrar y a veces por un evento especial que puede haber en la torre los ciudadanos de Kuala Lumpur también están situados en las colas. Así que no son solo los turistas los que van sino los ciudadanos también. Es mejor prevenir para que conozcas tranquilamente las torres.

Cuando llegue tu turno, podrás entrar a las torres pero aun no podrás subir por el ascensor porque tienes que esperar el número de tu entrada. Sin embargo, puedes disfrutar del pequeño museo que se encuentra al interior del primer piso. En esta sala-museo hay datos sobre la construcción de las torres, y todas las características inimaginables. Estas torres han sido comparadas con el Empire State de Nueva York, por ejemplo.

Cuando llegues a los pisos 41 y 42. Solo te digo que podrás disfrutar de la vista que tendrás. Una vista impresionante, gracias a esta belleza, que es considerada un símbolo para los ciudadanos. Y sabrás que hacer todo este esfuerzo de levantarte en la madrugada para obtener un ticket, habrá valido la pena. Las Torres de Petronas te están esperando para que goces de su esplendorosa vista.

Malasia es un inmenso paraíso gastronómico, aunque bastante desconocido. La comida malaya  destaca por ser muy especiada y picante. Aunque cada estado tiene sus propias peculiaridades, la preparación y los ingredientes son similares en todas las regiones del país. Si tuviésemos que elegir un plato típico, que fuese común en toda Malasia sería, sin duda, el arroz al vapor, más conocido como nasi. El arroz, es uno de los pilares de esta cocina y suele ser estar presente en muchas especialidades malayas, ya sea como base o como acompañamiento.

Si quieres hacer una inmersión total, y empezar a probar platos típicos puedes degustar el tahu goreng, que consiste en cubitos de soja fritos con alubias crudas y salsa picante de cacahuetes. O bien, puedes degustar alguna de las sopas típicas, con su buena dosis de picante. Puedes elegir entre la laksa, una especie de sopa picante preparada con fideos finos y trozos de pescado, la soto ayam, sopa picante de pollo con arroz y verduras o la sup ekor, sopa picante de rabo de buey.

Uno de los platos más populares de esta tradición culinaria es el nasi lemak, arroz cocido en leche de coco y servido con sambal ikan bilis, anchoas cocinadas con chile, cebolla y pasta de gambas. Otra de las especialidades más populares es el satay. Consiste en brochetas marinadas de ternera ó pollo cocinadas sobre carbón vegetal, sazonados con especias picantes  y servidas con una salsa agridulce de cacahuete. También hay que mencionar el rendang, un plato elaborado con ternera, leche de coco, chiles y especias como la canela, clavo de olor, cilantro y nuez moscada. Este plato de cocina a fuego lento y necesitas varias horas de cocción. Se come con arroz ketupat, un pastel de arroz.

En este territorio los fideos también son un elemento muy frecuente. Se les conoce como Mee Hoon. Puedes comer mee rebus, que son fideos hervido, o  el mee jawa es un caldo espeso servido con buñuelos de gambas, patata y queso de soja,   o los tang hoon, fideos transparentes de soja. El pescado también es popular en la cocina malaya, así como las  gambas y  la sepia. La carne de vacuno y de cordero son  buenas opciones, igual que el pollo. Olvídate de la carne cerdo, está prohibido por motivos religiosos.

En cuanto a los postres hay  dos opciones: puedes degustar alguna de la frutas tropicales propias del país como la guayaba, la buah susu, la buah duku, el rambután, o los mangos; o bien probar alguna de las dulcísimas especialidad malayas como el gula melaka, hecho de caña de azúcar y leche de coco o el kacang, una mezcla de jarabe, hielo picado, trozos de gelatina y de fruta.