Blog de Viajes

Japón es una país milenario, por ende, no deja de sorprendernos que tengan tantos templos que son hasta ahora muestra de visita de miles de turistas que cada año asisten sólo para ver todo lo que ofrece el país del sol. No hay templo que uno no disfrute en Japón, por todo el positivismo y la buena energía que ofrece. Uno de estos templos es Engaku-ji de Kamakura. Un recorrido por este templo te hará regresar al pasado para conocer la historia de este gran país.

Incluso antes de que arribes a este templo, disfrutarás de todo el recorrido por el tren en la estación de Kita-Kamakura. Una vez que llegues, podrás preguntar dónde queda este hermoso templo, y te dará la guía, pues subiendo unas escaleras, llegarás a tu destino. No te preocupes por el idioma, si sabes inglés, estás en buenas manos, sin embargo sería bueno que lleves un guía, para que no te pierdas cuando desciendas del templo. Es factible que te encuentres con muchos turistas que asistirán a este templo, te puedes adherir a ellos si el idioma es un problema para ti.

La entrada al templo es muy barata, aproximadamente 3 euros, y podrás disfrutar de la estructura arquitectónica y de la paz que te pueden ofrecer este templo. Alrededor del templo verás toda la vegetación existente, lo que te dará aun más paz interior pues en la tranquilidad se encuentra esta paz. Este templo no es uno de los más famosos, ni uno de los que más se ofrezcan en los paquetes turísticos, por eso sería bueno que justo cuando llegues a Japón, preguntes por ir a este templo. Hay pocos visitantes que asisten al año pero cada vez los turistas están conociendo este templo.

En el interior del templo están los monjes de la orden zen Rizai, aunque muchos monjes en Japón no son muy accesibles, estos si los son, mientras no perturbes su tranquilidad. Recuerda que no les puedes tomar fotos, ya que lo consideran como una falta de respeto. Dos horas aproximadamente te tomará recorrer el templo, además por la tranquilidad que te brinda. Muchas personas se quedan más de dos horas ya que quieren alejarse del bullicio de Tokyo, y prefieren quedarse hasta que se oculte el sol. Además, es una experiencia budista ya que te puedes acercar a los monjes y seguir las actividades que ellos hacen.