Categoría ‘Escapadas’

La Villa de Ansó

La Villa de Ansó pertenece a Huesca y está situada en la parte media del valle. En la villa es donde el terreno permite la aparición de pequeñas huertas para el uso familiar y campos destinados a pastizales. En tiempos pasados, era un lugar para cultivar trigo que servía para uso propio de los pobladores.

Villa de Ansó

Para los visitantes que llegan a la Villa de Ansó recuerden que está a 860 metros de altura así que es considerado como un pueblo montañés. Las fachadas que veas en las casitas de la villa son de las piedras extraídas del río y aunque les parezca asombroso encajan en el sitio que ocupa.

En la Villa de Ansó, las construcciones son típicas del lugar. Por ejemplo, las tejas son de barro cocido, y aunque desaparecieron hace muchos años actualmente para mantener su tradición la obtienen de edificios antiguos, por eso mismo, se hace muy difícil su conservación.

Por todo lo descrito anteriormente, es que los visitantes están cautivados con la villa. La estructura del pueblo en sí es muy prodigiosa. Las casas apenas permiten el paso de los vehículos porque tienen calles muy estrechas. Y algunas ni permiten el paso de los vehículos porque son callejones donde las casas son separadas por metro y medio. La calle Cocorro es un pasaje de estas características. Otro rastro típico de la conformación de las casas son sus chimeneas y los balcones que la acompañan. El Rincón de Galero es conocido por sus chimeneas distintivas. Por esta estructura y paisaje, el Gobierno de Aragón lo declara Bien de Interés Cultural en el 2006.

Algunos visitantes se quedaron tan complacidos de esta villa, que se quedaron para siempre, buscando otras condiciones de vida, alejados de la urbe y enriquecidos con la tranquilidad que brinda la villa. Incluso, algunos familiares de estos personajes llegan para visitarlos y se quedan atónitos por este pueblo tan callado con tintes de tradición.

La tradición que ha sido mantenida desde la fundación de este pueblo es la vestimenta ansotana que es utilizada en actividades y festividades donde los hombres y las mujeres se visten tal como esas épocas, además de recrear algunos pasajes de la historia para hacer disfrutar a los turistas que llegan al lugar.

En el valle, los deportistas amantes de la naturaleza han encontrado su lugar privilegiado. Aquí se puede disfrutar de hacer bicicleta de montaña, tanto como senderismo o descenso de barrancos.

Los Castillos de Extremadura

Si España es considerada una de los mejores lugares para visitar castillos no es un secreto: es una verdad. Extremadura es uno de esos lugares. Allí fue donde durante las Cruzadas los cristianos y los musulmanes tuvieron una guerra cruenta, especialmente en Badajoz y Cáceres. Hoy en día, hay una cantidad grata de castillos para visitar.

Castillos de Extremadura

El Castillo de Olivenza está situada en la ciudad del mismo nombre: Olivenza, perteneciente a la provincia de Badajoz. Esta ciudad está en la frontera con Portugal. Ha habido varios reclamos de parte de Portugal reclamándola como suya, pero la jurisdicción española dice lo contrario, pues está especificado que pertenece a España desde 1801. El Castillo de Olivenza es una impresionante fortaleza adaptada a partir de un castillo musulmán, su despliegue es magnífico pues contiene grandes paredes y torres cuadradas que marcan su silueta. El estado de conservación del castillo está en un mantenimiento excelente.

Otro castillo admirable es de Fregenal de la Sierra, se encuentra en Badajoz. Tiene siete torreones que son los protagonistas de este hermoso castillo. En este castillo las tropas de Napoleón hicieron uso de este hasta 1808.

El castillo más visitado en Extremadura es el Castillo de Trujillo. Este castillo fue cuna de los conquistadores, y fue construido para la protección de ataques, por eso toda la ciudad se encuentra bajo la protección de las murallas.

El Monasterio Fortificado de Santa María Guadalupe está ubicada en la ciudad de Guadalupe que es Patrimonio de la Humanidad guarda uno de los monasterios más apreciados del país. Este monasterio fue edificado durante la Edad Media ya que los monjes debían protegerse de los ataques. Sus altas torres, las pinturas de Zurbarán y el silencio sepulcral de sus claustros es una visita inolvidable. La ciudad es un importante centro de peregrinación por la Virgen Negra que es querida por todo el pueblo.

Para culminar, está el Castillo de Floripes, una fortaleza del siglo XV que está muy cerca de la pequeña ciudad de Garrovillas de Alconétar en Cáceres. Lo más llamativo de este castillo es que está e parte sumergido, esto se debe a que en 1969 se realizó un proyecto que dejó al castillo casi inundado. A pesar de lo sucedido, la torre principal continúa elevándose sobre las aguas, y cuando deja de llover, se puede contemplar en partes su estructura gótica.

Valle de Arán, praderas de los Pirineos

El Valle de Arán se encuentra en la provincia de Lérida.  Es el único valle de los Pirineos centrales. Este valle ha conservado la pureza de los mejores paisajes, gracias a que está aislado. Este también es un destino exclusivo de esquiadores donde se situa la estación de esquí de Baqueira. El paisaje aranés mezcla cumbres con ríos saltarines y límpidos lagos y muy cerca de las orillas del río Garona, se pueden visitar pueblos rústicos con casas de piedra y tejados de pizarra, y algunas iglesias románicas que son la sensación alrededor del valle.

Valle de Arán

La capital del Valle de Arán es Vielha o Viella, considerado un importante centro turístico. Entre lo más destacado que hay en Vielha está la iglesia de Sant Miquèu, con una imponente torre campanario que data del siglo XVI. Antes de ingresar a la iglesia está el antiguo tímpano que decoraba la portada original románica, allí está la representación de Cristo Crucificado románico, vestido con una túnica hasta las rodillas y en posición frontal y plana. En su interior, la iglesia  se acentúa por su construcción al estilo gótico.

El Valle de Arán tiene en su haber bellas iglesias románicas, la mayoría construidas entre los siglos XII y XIII. Unas sobresalen por el refinamiento de su construcción arquitectónica y otras por los frescos y tallas de madera que decoran sus interiores.

Artiga de Lin, es otro de los atractivos turísticos del Valle de Arán. Son unas extensas praderas ubicadas en la parte alta del Valle de Aran. Los espléndidos parajes que esconde dejan cautivados a los visitantes. La localidad más antigua del valle es Vilamos, la posición elevada en la que se encuentra hace disfrutar a los visitantes de una exclusiva vista de Artiga de Lin, y otros hermosos valles. En Vilamos está la Iglesia de Santa María, construido al estilo románico.
Si al visitante le encanta esquiar, entonces el Valle de Aran es el lugar recomendable para hacerlo. Está situada en un incomparable paisaje de altas cumbres pirenaicas y son de las mejores de la Península.

Pero si uno desea irse de excursión está el pequeño pueblito de Montgarri. Una excursión desde el Pla de Beret hasta el santuario de Montgarri por la ribera del Noguera Pallaresa se sentirá muy complacido. Asimismo, para los amantes del esquí, se hacen rutas de esquí de trineo tirado por perros.

Cosas que hacer si te escapas a Madrid

Si tienes previsto hacer una escapada a Madrid, te dejamos algunas de las cosas que no deberías dejar de hacer si te desplazas a la capital de España.

Madrid

Una vez hayas desembarcado en tu hotel,  un buen lugar para empezar a conocer esta ciudad es el centro. La primera parada, la Puerta del Sol, donde está el Km 0  de todas las carreteras radiales del país. En esta plaza, también encontrarás la mítica escultura del oso y el madroño, junto a la estatua ecuestre de Carlos III. En frente, está el reloj desde donde se dan las campanadas  cada fin de año.

Otro de los lugares por los que hay que pasar son: la Plaza de Oriente,  el Parque del Retiro y la Plaza Mayor. Esta plaza porticada es uno de los rincones más característicos de esta ciudad,  es ideal para tomarse una caña algunas de sus terrazas y contemplar la belleza arquitectónica de los edificios que la rodean, Debes saber que está considerada como una verdadera joya urbanística.

Si te apetece  ver algún espectáculo el lugar donde debes ir es  la Gran Vía. En esta Calle se concentran la mayoría de cines y  teatros de la ciudad, y como consecuencia también una rica oferta de restaurantes. Aunque para comer,  lo propio si uno está en Madrid  es irse de  tapeo. Te recomiendo  la zona de Santa Ana y la Latina, aunque irse de tapas y cañas, es una tradición madrileña arraigada en toda la ciudad.  Si estas por la latina el  domingo al mediodía puedes aprovechar para darte una vuelta por el rastro, aunque este mercadillo ha perdido fuelle, ya no es lo que era.

Para los  que les guste hacer turismo cultural, el mueso del Prado es una buena opción. Este museo, ubicado, en el Paseo del Prado, alberga las obras de los principales artistas españoles y europeos de los últimos siglos. Si queréis más, porque el arte te encanta, en este misma avenida encontraréis El Museo de Arte Thyssen-Bornemisza, también muy recomendable. Aprovechando que estás por la zona, date una vuelta por el paseo de la Castellana.

Las compras dependerán de tus gustos, o quizás más bien de tu economía. Si buscas boutiques  de grandes marcas, tu destino es la calle Serrano, por el contrario, si lo que   es lo más “cool” del momento,  debes ir a la calle Fuencarral  donde encontrarás las últimas tendencias a precios razonables.

Madrid es conocida por su movida nocturna, así que es indispensable conocer la noche madrileña. Hay zonas para todos los gustos. Algunas de las zonas animadas Malasaña -un clásico-, Chueca -el barrio rosa por excelencia- y Huertas -el más céntrico y preferido por los foráneos.

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